La fórmula ideal de belleza y bienestar combina dos ingredientes: autoconocimiento y amor propio.
El autoconocimiento nos permite mirar hacia adentro, observarnos amorosamente, y sin juicios, reconocer nuestras cualidades, emociones, fortalezas, debilidades, limitaciones y creencias. Esta observación consciente, muchas veces valiéndonos de la exploración de los sentidos, nos ayuda a construir una profunda interpretación de nosotros, asumiendo la realidad de lo que somos y ofreciéndonos herramientas que contribuyen a nuestro crecimiento y transformar o abandonar lo que limita nuestro verdadero potencial.
El amor propio es el valor, el respeto y el cuidado hacia nosotros; reconocernos como el gran amor de nuestra vida, nos concede la libertad de estar a gusto con lo que somos, sin necesidad de buscar aprobación en quien esté a nuestro lado; nos permite construir relaciones sanas porque no estamos exigiendo afuera lo que nosotros podemos darnos. Una experiencia que podemos cultivar a diario, a través del movimiento, la respiración, el tiempo que nos dedicamos y la atención que prestamos a nuestras propias necesidades corporales, emocionales o espirituales: crear rituales íntimos con la música y los aromas que más nos gustan, dedicar tiempo a nuestra rutina de skincare, disfrutar la naturaleza, cultivar un diálogo interno que sea transparente, amoroso y con un lenguaje positivo nos hará sentir hermosos, valientes e inmensamente felices.
En esta mezcla de autoconocimiento y amor propio no puede faltar un buen toque de intuición, el más poderoso de los sentidos cuando queremos conectar con el verdadero propósito de nuestra alma; es como tener un faro que, en mitad de la tempestad, te ilumina y te ayuda a enfocarte en lo que verdaderamente importa. La intención es el puerto de partida de cada uno de los sueños, objetivos, deseos o proyectos que deseamos manifestar en nuestra realidad.
Si deseas empezar a disfrutar tu mejor momento de belleza y bienestar, aplica a diario esta fórmula, para aclarar y despejar tu camino, apartar creencias limitantes y conectar con creencias expansivas que nutren tu inteligencia emocional y potencian tu vida.
Si tu intención es empezar ahora mismo, te compartimos un corto un ejercicio de conexión contigo:
- Prepara un espacio lindo y seguro, usa incienso, velitas y música relajante. Durante 5 minutos entra en contacto con tu cuerpo a través de movimientos suaves, déjate llevar por la música y observa tu respiración, tus movimientos; sin juicio y con mucha curiosidad, observa tus sensaciones corporales.
- Luego, acuéstate en el suelo, sin modificar tu respiración, lleva toda tu atención al ritmo, la temperatura, y dejándote guiar por tu respiración, realiza un recorrido por todos los rincones de tu cuerpo. Quédate ahí, al menos 5 minutos. Con cada inhalación repite: “Estoy inhalando, estoy disfrutando tanto este momento”, y con cada exhalación repite, mentalmente, “estoy exhalando, estoy disfrutando tanto de este momento”
- Al terminar agradece, agradece y agradece.